domingo, 12 de abril de 2015

Devaluado el Amor

Vivimos tan a prisa, tan centrados en nuestras metas y nuestro materialismo, que olvidamos lo extrínseco de la vida. Es tanto lo que creemos necesario para nuestra felicidad y tan poco el tiempo para lograrlo. O así nos parece. 

Por mi profesión, vivo entre los vivos honestos. Los que realmente saben el significado de la vida. Aquellos que la enfermedad los hace ver la fragilidad de la vida y la poca distancia que existe hacia la muerte, que cambian su modo de pensar. Reestructuran sus prioridades y vivien diferente. Más libres, mas simples y mas felices.

He aprendido tanto que no me resta mas que absorber lo mejor de sus vidas, apoyar sus proyectos e impulsarlos a cumplir sus sueños. 

El otro día recordaba las ultimas conversaciones con mi madre y me sentí tan pleno al comprender que después de tanta lucha y tanta entereza, lo único realmente importante es el amor. Sentirte amado, saber que amaste y que lo hiciste con plenitud y entrega.

Devaluado el amor es el título de este blog, por que disfruto tanto de mi vida, de mi forma de pensar, sentir y amar que no puedo evitar tratar de compartirlo. 

Veo con rareza la frivolidad de mi entorno. La manera en la que justificamos tantas veces nuestras emociones mas profundas con palabras frias. O protegemos tanto nuestro ego con decisiones incoherentes cuando nos sentimos en ecrucijadas. Somos tan débiles y dispuestos a complacer nuestro EGO que nos alejamos incluso de nuestra verdad, nuestra esencia y nuestros sueños por complacer a nuestro entorno, a quien nos juzga o nos mide con miradas discriminatorias.

Veo con desapruebo como nos pintamos fronteras entre el abrazo que pretendemos y el frío saludo que nos brindamos. Entre la lagrima que se asoma y prudencia de no romper en llanto. Entre la trémula despedida y la fría mano que se agita en el adiós a tus hermanos.

Hay veces que no comprendo como es tan fácil el criticarnos y tan difícil el abrazarnos.

Puedo decir que mas aya de la fraternidad entre los amigos y el amor entre los hermanos, el amor esta tan devaluado que hasta en las nuevas parejas, evidencias encontramos.

Ya el amor se vive distinto. Ya no presenciamos besos dulces en las manos. Hemos cambiado el romanticismo por frias rosas y lenguas en los labios. La música colmada de exigencias y los viejos poemas ya olvidamos. Definitivamente ya el amor esta devaluado.

A veces parece que solo las madres, recuerdan el amor. Y a veces ya esta tan empolvado que solo en las abuelas lo encontramos. Pero en que momentó ha pasado?

Explíquenme por favor, si del amor somos víctimas o somos victimarios? Somos como pequeños niños que medimos el amor durante la vida en virtud de los regalos. Lo que nos dan, los que nos brindan, lo que robamos.

Nos hemos vuelto tan cínicos, que hasta a los hijos, el amor dosificamos. Como si algún día pudiéramos acabarlo. Sobre protegiendo tanto que los inutilizamos, esclavizando con nuestro temores en lugar de manifestarles nuestro amor liberándolos. Pues, no es la vida un experiencia única, como para protegerla tanto?

Creo que caemos en la trampa de no amar, ni exigir ser amados, por nos sufrir nunca abandono o al partir, no sufrir ningún reclamo. Vivimos irr sinsabor mente tratando de no amar y de no sentirnos amados. Pero en la tarde lluviosa o la noche oscura, lamentamos no amar y nos deprime no sentirnos amados.

Amigos míos. Es nuestra responsabilidad. Por temor, al amor hemos devaluado. 

Por temor a la verdad, por temor a ser extraños. Por temor a perder mucho arriesgando demasiado. Por que el materialismo nos ha condicionado a recibir lo mejor, pagando el precio más bajo. Exigiendo un gran prestigio en descuento o rebajado.

Yo no quiero ser así. Seguir viviendo como hermitaño. Yo prefiero desdoblarme, abrazar ser abrazado. Liberar palabras dulces, llorar cuando extraño, abrazar al despedirme y besar cuando he llegado.

Ya no vivo con temores, no me importa ser juzgado. Voy y abrazo tu coraje y me disculpo ante un reclamo. Yo no juzgo tus envidias, mas no acepto tus desganos. Sin embargo sigue libre, no hay rencor si eres amado.